domingo, 13 de enero de 2013

Tecnología: Deterioro de la salud mental


Al hablar de los perjuicios que la tecnología puede causar en la salud de los seres humanos existe la tendencia a pensar que podemos vernos afectados con enfermedades físicas únicamente, pero este daño puede ir mucho más lejos de lo que se podría imaginar.

Cualquier persona puede ser víctima de la tecnología. Hay un grupo considerable de personas que siendo conocedoras de las consecuencias que traen los malos hábitos posturales o la exposición prolongada a escuchar con audífonos o mirar un monitor o una pantalla de celular, procuran tener, de alguna manera este cuidado. Sin embargo, estamos hablando de la minoría, puesto que la mayor parte ni siquiera tienen conciencia de lo que están haciendo, hay quienes disimulan para no ser tachados de viciosos, pero también hay de aquellos a los que no les interesa lo que digan las demás personas.
Pero el daño no es solamente en el aspecto físico, es un daño silencioso e indoloro y lo peor de todo, a veces muy complicado de corregir. Efectivamente, las alteraciones de la salud mental son de variada caracterización y de distinta intensidad, por tal motivo es difícil detectar en su primera etapa, ya que la modificación del carácter o de los hábitos emergen cuando el daño ya se ha producido.

Para empezar por alguna parte, podría citarse el sueño interrumpido de los jóvenes que viven pendientes de los mensajes del celular, sin importar la hora, lo cual trae como mal hábito el insomnio juvenil que no les permite tomar el descanso necesario y las consecuencias pueden ir desde el descuido por sus tareas hasta el estrés con cambio de carácter incluido, pasando por un rendimiento bajo y varios episodios de irritabilidad.

Lo terrible de utilizar la tecnología en exceso es que el propio individuo que está viviendo el problema y que no lo reconoce, está matando su entorno real, alejándose de todas las acciones y actitudes de su mundo tangible, mientras cada vez va construyendo una realidad para sí mismo, una ilusión que para él puede llegar a tener la misma validez de una verdad, hasta que se instala en su mundo virtual, en donde se siente realizado y feliz de cumplir los objetivos que se plantea, contento de tener muchos amigos, maduro porque puede expresar lo que piensa e incluso aconsejar, sin tener que rendirle cuentas ni ser criticado por nadie. En tanto que su círculo familiar nota que él ha cambiado y pretende darle la ayuda que necesita imponiendo normas que están fuera del lugar y del tiempo preciso, y mientas para él solo significa un lugar de incomprensiones, presiones, tristezas y miedos que no quiere ni necesita vivir, si puede optar por algo mejor.

Se ha hecho referencia al uso del teléfono celular y a las redes virtuales del internet, pero hay otros elementos tecnológicos bastante nocivos para la mente del ser humano, como es el caso de los videojuegos que están al alcance tanto en casa como fuera de ella.

Si bien hay más videojuegos en los hogares, un diputado calcula un millón cuatrocientos mil, frente a 1150 establecimientos con maquinitas, cualitativamente afectan más a las clases desprotegidas y expuestas a la violencia los juegos que están en las calles.
Sin embargo los efectos en la salud son generalizables a todos los usuarios. Los videojuegos son una adicción, tanto o más peligrosa que el alcoholismo.
El punto central es la pasión que despiertan por el juego, que se considera una droga mucho o más destructiva que otras. Los antecedentes del juego como adicción no son recientes y siempre se ha buscado reglamentarlos o señalar sus peligros. (Baena, 1999)
Varios hogares se sienten tranquilos al saber que sus hijos no salen a la calle y tampoco molestan en casa, exceptuando los momentos de enojo que consideran muy propios de la adolescencia o de los cambios generacionales, pero están tranquilos por saberlos fuera de los peligros que implican la calle o las malas amistades. ¿Se habrán preguntado quiénes son los amigos virtuales de sus hijos? ¿De qué se están enterando y qué están viviendo en ese universo electrónico? Tal vez piensen que si solamente están jugando no les puede causar daño. Mas resulta que los videojuegos no aportan beneficios al cerebro de una persona cuando su manejo es excesivo, en todo caso afectan la vida volitiva, pierden el control de su voluntad y se dejan llevar por las pasiones que esta adicción despierta en ellos.

En un artículo se describe como un jugador compulsivo disfruta cada momento con su compulsión... puede decir que no puede parar, pero eso significa que no quiere parar, las atracciones son demasiado grandes. Este es el fenómeno del comportamiento de apetito excesivo. Cómo es posible aceptar el hecho de tener una "enfermedad de la voluntad" cuando el objetivo es una actividad que para la mayoría de la gente es una fuente de gozo. (Baena, 1999)

Entonces, las modificaciones de la conducta, el mal carácter, la depresión, el alejamiento de los demás, el bajo rendimiento intelectual en la vida cotidiana son clara muestra de que un individuo tiene adicción tecnológica, si son privados del acceso a ella, y su cambio de ánimo al de emoción y felicidad, cuando tienen luz verde para usar su adorada tecnología.

“Eso lo marca el tiempo que la persona siente que debe dedicarle a esa actividad. Si restringe otras actividades que son fundamentales en su vida, ya estamos frente a un problema adictivo o un problema de salud mental. Cuando esta actividad se va volviendo más importante que los otros escenarios de tu vida, eso es una adicción”. (Baena, 1999)

Pensemos que la tecnología es una creación prodigiosa y que cada día proporciona más ayuda, cubre nuevas necesidades humanas, pero su uso es como estar frente al árbol del bien y del mal, hay que saber qué frutos tomar y cuáles no, porque unos darán sabiduría y vida, y otros por querer entregar placeres al máximo y despertar una conciencia que antes no teníamos frente a nosotros mismos, puede causarnos la muerte.


Referencias:
Baena Paz, Guillermina. (1999). “Los efectos de los videojuegos en la salud física mental de los
usuarios”, recuperado el 13 de enero del 2013 desde:
ENTER.CO. (2012). “Tecnología y salud mental: ¿enemigos o aliados?”, recuperado el 13 de enero del 2013 desde: http://www.enter.co/saluddigital/tecnologia-y-salud-mental-enemigos-o-aliados/
Mundo asistencial. (2010). “Deterioro mental ocasionado por la diabetes comienza a los 40”, recuperado el 13 de enero del 2013 desde: http://mundoasistencial.com/deterioro-mental-ocasionado-por-la-diabetes-comienza-a-los-40/

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