domingo, 27 de enero de 2013

Nuevas formas de vivir


La vida cotidiana hace que tengamos todas las horas del día repartidas entre muchas actividades que las desarrollamos en diferentes lugares: el trabajo, el estudio, las compras, las diligencias en la calle, los paseos, el cine, las distracciones en general y, por supuesto, la casa. ¡Ah, la casa!, ese lugar tan especial, en donde descansamos, nos alimentamos, nos aseamos, compartimos, arreglamos, en fin, en donde realmente vivimos.

¿Quién quiere tener la mejor casa del mundo?... Tal vez sea la pregunta del millón. No sé si todos responderían que en verdad sí la quieren, sobre todo si tomamos en cuenta la parte sentimental que nos ata a cada una de las nuestras, de todas maneras en ellas hemos puesto todo el sacrificio por tenerlas y en la mayor parte de los casos las hemos construido, no solo ajustándonos a nuestras posibilidades, sino a nuestro gusto, por más limitaciones que éste haya tenido. Pero, pensándolo con mayor detenimiento, quizá todos quisiéramos tener la mejor casa del mundo, amplia, iluminada, con los mejores acabados, con todas las comodidades y ventajas posibles; y, lógicamente, si se trata de que la mejor casa del mundo pueda estar a nuestro alcance.

De todas maneras,  sea cual fuere la decisión, independientemente de eso, todos hemos soñado alguna vez con una serie de arreglos, de cambios, de adaptaciones que, si pudiéramos, haríamos en nuestra casa. Y cuando hemos dejado volar la imaginación nos hemos instalado por unos momentos en una casa súper moderna, incluso futurista, en donde con solo quererlo se enciendan las luces, se corran las cortinas y se ejecuten otras acciones sin tener que tomarnos dicha molestia. Aunque al volver a la realidad nos decepcionemos o nos conformemos con lo que hemos logrado tener, sonreímos al pensar que no existe la mínima posibilidad de que esos instantes de imaginación superrealista puedan cumplirse.

Sin embargo, qué lejanos estamos de aceptar que este tipo de casas, las casas del futuro, han comenzado a ser una realidad. A pesar de no estar económicamente a nuestro alcance, la casa inteligente ya está presente en el mundo actual, hogares inteligentes que no dejarán de sorprendernos, “hogares inteligentes, en los que la tecnología permita todo: paredes que escuchan y ejecutan las órdenes dadas por el dueño, sistemas que detectan la presencia y ponen en marcha los climatizadores o la luz, un ordenador central a modo de mayordomo que gobierna la casa, llama al fontanero o al electricista cuando es necesario, etc. Éstas y otras muchas posibilidades son ya realidad.” (Arq., 2012).

Para quienes aún están incrédulos, bastará con que visiten páginas de internet que les ayudarán a ver un poco más cercana esa realidad. Y para los escépticos, ha salido a la luz pública la descripción de la casa de Bill Gates, uno de los mejores ejemplos de la presencia de esta tecnología futurista, edificada a un costo de 53 millones de dólares, junto a un lago. “La vivienda está completamente cableada en fibra óptica, consta de cuatro habitaciones con pantallas táctiles para controlar la iluminación, la música y la climatización, teatro, oficinas, embarcadero, garaje para 14 coches, piscina, casa de invitados, sala de conferencias y un estuario artificial en el que Bill Gates se dedica a criar salmones.” (Arq., 2012).   

La casa del futuro probablemente sea una completa alucinación, pero llegará a popularizarse a mediano plazo, y vendrá equipada con todos los recursos multimedia, será una construcción de vanguardia en la que se habrá empleado la mejor ingeniería para el hogar y es muy probable que deba inventarse un nuevo término para poder nombrar a tanto lujo y tanto confort juntos.

Referencias:
Arq. (2012). “Domótica: La casa del futuro “inteligente” nos hará la vida más fácil”. Recuperado el 26 de enero del 2013 desde: http://noticias.arq.com.mx/Detalles/1920.html#.UQRJrB12Sxp
Dom-Kyo. (S/F). “En Bélgica, se experimenta con la casa del futuro”. Recuperado el 26 de enero del 2013 desde: http://domokyo.com/en-belgica-se-experimenta-con-la-casa-del-futuro/

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