La
robótica está entregando al mundo una ayuda incalculable, pero también está
despertando intereses de los más diversos cada vez que asoman nuevas versiones
o nuevas propuestas de uso de la tecnología, como está ocurriendo actualmente
con la presencia de robots químicos llamados Chembots, que tienen una
composición elástica y con características adicionales que supuestamente
proporcionan muchas utilidades pendientes.
En el futuro tal vez la
información sea transmitida y proyectada sobre dispositivos incorporados en
forma de viseras, gafas o lentillas. En la comunicación telefónica serán
práctica rutinaria las audioconferencias en cualquier idioma. ¿Por qué no
utilizar trillones de nanorobots dotados de un determinado pigmento para cubrir
grandes superficies de edificios o de barcos? (García; Raussel, 2012)
No
es que los Chembots ya estén a la venta para cualquier persona, de hecho el
asunto de los nano robots tiene un porcentaje mínimo de haber sido fabricado y
utilizado, otra mínima cantidad está siendo probada en animales y la mayor
información que de ellos se tiene responde a proyecciones de lo que con ellos y
de ellos la ciencia pretende hacer. Sin embargo, son un proyecto demasiado
prometedor, a tal punto que Estados Unidos se encuentra precisamente fabricando
nanobots con sorprendentes capacidades.
Su
forma y movimiento parecen estar inspirados en la oruga, de ahí que se espera
una consistencia gelatinosa o muy maleable que permita adaptarse a los diseños
de los lugares en los que vayan a estar, es decir que su forma se adaptaría de
la misma manera como cuando un líquido o un gel es depositado en un recipiente
y por las leyes naturales de la física forzosamente debe adecuarse a la forma
que le brinda dicho contenedor.
Pero,
¿será posible considerar algún día que el uso del nano robot parte del
armamento bélico o de espionaje de una nación?
Para
responder a esta pregunta el primer término que debe utilizarse es temor, temor
a vernos, como raza humana, dependientes de nano soldados, quizá incluso
dominados por ellos, puesto que escapan a la capacidad de observación que
alcanza el ojo humano. No obstante, no es un sueño de suspenso, sino una
realidad que está a las puertas de ser completamente palpable con los
nanorobots.
Los
mismos, elaborados con biomateriales y
basados en la biomecánica,
presentarán sorprendentes capacidades donde abrirán un amplio abanico de
posibilidades como nanorobots espías
y demás. Sus creadores han bautizado a esta nueva gama de robots, como los Chembots (de
Chemical Robots). Gracias a sus componentes, estos chembots podrán auto
destruirse en terreno hostil una vez
finalizada su misión, como también transportar otros nanosoldados más
pequeños para otro tipo de misión, pudiendo estos introducirse en algún
apartamento o casa por debajo de una puerta, una rendija, un conducto de
cableado, etc. (Ortega, 2008)
Hasta
cierto punto, aunque se hable de algo todavía no muy real, es de entender que
el material del que estén hechos será biodegradable para que pueda disolverse
dentro de los fluidos sanguíneos, y se vuelve obvio que la forma de
comportamiento que tengan estos diminutos soldados deberá ser programada previa
su utilización o dirigida por algún dispositivo de mando como un control
remoto. Lo más dramático de todo esto es que los famosos chembots no nos harán
esperar demasiado tiempo para poder verlos.
Las nuevas tecnologías, y
especialmente los nanorobots, presentan serios problemas. ¿Hasta qué punto
podremos controlar a los nanorobots? ¿Hasta qué punto los robots podrán
controlarnos a nosotros? Cuando dos especies de seres se ven obligados a
compartir (y competir por) un mismo territorio, puede que sólo sobreviva
aquella cuyos individuos son más competitivos y tienen más capacidad de
adaptación. (García; Raussel,
2012)
A estas alturas, la tecnología se volverá
trágicamente apetecida y manipulada de acuerdo con los intereses de quienes
tengan mayor acceso. El imaginar esta posibilidad da toda la impresión de estar
viviendo una película de ciencia ficción, donde los seres humanos ajenos a este
tipo de tecnología solamente veremos los resultados y tendremos que suponer que
el ejército enemigo ha sido vencido, porque así nos estarán confirmando los
hechos que sucedan.
Referencias:
Electrotecnia.
(S/F). “Robots líquidos”. Recuperado el 20 de enero del 2013 desde desde: http://www.electrotecnia.com/tag/darpa/
García, Nicolás; Raussel, José Antonio.
(2012). “¿Sobreviviremos a nuestros nanorobots?”. Recuperado el 20 de enero de 2013 desde: http://www.redcientifica.com/doc/doc200105210004.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario