domingo, 20 de enero de 2013

¿Quién dominará a quién?



La tecnología es una ciencia relativamente nueva y sin embargo, por sus características, ha ido desarrollando e implementando avances de una forma acelerada. Los adelantos tecnológicos han sido tan diversos, que actualmente hablar de tecnología es hablar de una ciencia que se encuentra ligada a todas las demás ciencias, ya sea como ayuda, como soporte, como fuente creadora, como herramienta de apoyo, como opción de investigación, como facilitadora de técnicas y conocimientos, o de cualquier otra manera. Lo cierto es que su desarrollo va a pasos agigantados, obligando a mantener una actualización permanente en los usuarios.
Muchos de los avances tecnológicos proporcionan tranquilidad y gratitud, en tanto que mediante ella se ha logrado el mejoramiento en tratamientos de salud, el perfeccionamiento en cálculos de construcción, la elaboración de mejores estrategias y sistemas de control, en fin. Pero tantos avances, cada vez con mayor capacidad en sus ejecuciones y de menor tamaño, a la vez que causan admiración causan temor en la humanidad que no sabe qué pensar de aquello que le es desconocido aún, pero que en breve llegará.
En virtud de que el desarrollo en muchos campos de la ciencia y la tecnología depende de la potencia de las computadoras, las mejoras en este ámbito se trasladan automáticamente a los avances del conocimiento humano y otras ciencias sin relación directa con la informática, como la nanotecnología, la biotecnología y la ciencia de los materiales. Este crecimiento exponencial de las capacidades de los ordenadores daría lugar a nuevas tecnologías fantásticas, que estarían disponibles mucho antes de lo que la inmensa mayoría de la gente intuiría de acuerdo con sus expectativas habituales de crecimiento tecnológico lineal. "En el momento en el que un ámbito de la ciencia o la tecnología se convierte en información, se acelera y crece exponencialmente", dice Kurzweil, quien ha denominado a este concepto "Ley de Rendimientos Acelerados".  (Anónimo, 2011)
El desarrollo de la mente humana, entre otros campos, se ha reflejado en la habilidad científica de la simplificación, tanto en la estructura como en el manejo de los instrumentos tecnológicos. Es un avance directamente proporcional: a menor tamaño, mayor capacidad. Efectivamente, hace pocas décadas una sola computadora, por ejemplo, ocupaba un cuarto entero lleno de tableros e inundado de botones, tamaño que se ha ido reduciendo y sofisticando tanto que una computadora completa, con más funciones que las de hace 20 o 30 años, ahora cabe en la palma de la mano.
Actualmente se habla de la nano tecnología, reducida a su mínima expresión, puesto que un nano equivale a la millonésima parte de un milímetro, algo que para cualquier persona, que no esté relacionada con esto, escapa al poder de imaginar que en un tamaño tan reducido pueda introducirse cualquier información, que puede ser muy útil, pero que también puede ser objeto de manipulación. Si estas microscópicas máquinas pueden competir en tamaño con las moléculas, serán de gran ayuda en la medicina; no obstante, si hablamos de la milicia, de los poderes y secretos de los estados, de las guerras nucleares, del terrorismo, etc., la situación cambia. Y asalta la pregunta: ¿Será que esta nueva generación tecnológica podrá permanecer bajo el dominio del ser humano? Frente a esto se crea una angustia en el ser humano, por cuanto desconoce si su uso podrá ser empleado para ejecutar el bien y el mal, como vislumbran algunas noticias tecnológicas.

La nanotecnología promete para los próximos 20 años armas del tamaño de una molécula que serán más destructivas que las nucleares, químicas y biológicas actuales: un bolígrafo podría destruir toda una ciudad. Cualquier país o grupo terrorista podrá disponer de ellas porque los materiales necesarios para su fabricación estarán por todas partes debido a los múltiples usos de las nanotecnologías. Aunque mejorarán las capacidades defensivas de los países pioneros, las nanoarmas cambiarán las reglas de la disuasión y los actuales esquemas de poder mundial. Los expertos advierten de la necesidad de adoptar medidas legales y políticas preventivas. (Martínez, 2013)


Resulta impresionante pensar que estos adelantos pueden significar solución y conflicto al mismo tiempo, son el fuego que abriga, pero que también puede quemar. A la final, ¿quién dominará a quién?, ¿será que el acceso a esto se convierta en el poder universal de quienes poseen la tecnología? En unas décadas más, ¿quién dominará, las máquinas o el hombre?

Referencias:
Cyberprimo. (S/F). “La inteligencia artificial en el ajedrez”. Recuperado el 20 de enero del 2013 desde: http://www.cyberprimo.com/2011/11/la-inteligencia-artificial-en-el.html

Instedd iLab. (2011). “Futurología científica: Ley de Moore, nanobots, ciborgs e inteligencia artificial”. Recuperado el 19 de enero de 2013 desde: http://blog.ilabamericalatina.org/2011/07/futurologia-cientifica-ley-de-moore.html 

Martínez Yaiza. (2013). “La nanotecnología promete armas más destructivas que las nucleares”.Recuperado el 19 de enero de 2013 desde: http://www.tendencias21.net/La-nanotecnologia-promete-armas-mas-destructivas-que-las-nucleares_a699.html

 

 


2 comentarios:

  1. Es muy importante conocer que la tecnología viene desarrollando un papel fundamental en la sociedad y debemos utlizarla responsablemente, no olvidemos que no debebmos depender de ella.

    ResponderEliminar
  2. Interesante saber que la tecnologia no solo avanza en la educación si no también en la salud hacia un desarrollo eficaz

    ResponderEliminar